lunes, 13 de junio de 2016

Nunca más seré invisible para mi

Recientemente escribí este post en mi muro de Facebook sin saber que como yo, tantas otras mujeres se han sentido igual. 
Por eso hoy comparto mi reflexión y comparto el enlace con un maravilloso libro que conseguí precisamente acerca de esto que a tantas nos pasa. http://www.lauragutman.com.ar/libros/mujeres-visibles-madres-invisibles/


Madrid, 05 de Junio 2016.

El trabajo invisible
Después de 4 años retirada de mi propia historia, eligiendo diariamente dedicar mi energía a mi familia, mi trabajo, al mundo… sin cuestionar razones, vuelvo a poner el foco en mi.
Con esta publicación, me retomo; cierro el capítulo que dejé abierto con el trasplante de Santiago y agradezco infinitamente la oportunidad que cada día trae consigo para vivir. Me reconozco fuerte y valiente; sin embargo, también me reconozco cansada y en deuda conmigo misma.
Hay una cara de cada uno de nosotros y de nuestras vidas que nadie ve; incluso a veces ni nosotros mismos. Ese es el trabajo invisible: el que no está en las fotos de facebook ni de ninguna red social, el que nadie comenta ni publica. En homenaje a mi trabajo invisible de todos estos años, a las infinitas noches sin dormir, a todas las lágrimas lloradas, a las madrugadas frías y oscuras para salir a trabajar, a mi soledad, al olvido propio, al abandono de mis sueños y mi alegría esencial, dedico estas líneas. 
Ya nunca más seré invisible para mi: ese es mi compromiso.
A todos, gracias por el cariño. Ahora estamos en otro capítulo de la historia: Santiago ya tiene 7 años, es un niño saludable que hace vida normal, y ahora tiene un hermanito llamado Ian. Sus padres se han divorciado y ahora comparten con cada uno por separado. La vida nos va mostrando nuevos desafíos. Y como siempre, se abre paso.
No hay malos ni buenos; ni víctimas ni culpables. Lo fundamental es hacer visible lo invisible. Algunos lo llaman “consciencia”.
A todos, como siempre, gracias.
Sandra Beltrán M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario